Guía práctica sobre el Despido Objetivo en España

El despido objetivo es una de las formas de terminación del contrato laboral en España. Esta forma de despido está regulada en el Estatuto de los Trabajadores y se aplica en situaciones en las que la empresa necesita despedir a un trabajador por causas objetivas, es decir, causas ajenas a la voluntad del trabajador, como pueden ser motivos económicos, técnicos, organizativos o de producción.
En esta guía práctica y extensa, te explicaré todo lo que necesitas saber sobre el despido objetivo en España, desde cuáles son las causas que lo justifican hasta los trámites que deben seguir tanto la empresa como el trabajador.
Causas del despido objetivo
El despido objetivo se justifica por causas objetivas, que están recogidas en el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores. Estas causas son las siguientes:
- Causas económicas: cuando la empresa atraviesa una situación económica negativa y necesita reducir su plantilla para poder sobrevivir. Se considera que hay causas económicas cuando hay pérdidas actuales o previstas, una disminución persistente de ingresos o ventas, una situación de crisis en el sector, etc.
- Causas técnicas: cuando se producen cambios en los medios de producción, como la implantación de nuevas tecnologías o cambios en la maquinaria, que hacen necesario prescindir de algunos trabajadores.
- Causas organizativas: cuando se producen cambios en la forma de trabajar, como una reorganización de los servicios o una fusión con otra empresa, que hacen necesario reajustar la plantilla.
- Causas de producción: cuando se producen cambios en la demanda de los productos o servicios que ofrece la empresa, que hacen necesario reducir la plantilla.
El despido objetivo debe seguir un procedimiento específico que está recogido en el artículo 53 del Estatuto de los Trabajadores.
Este procedimiento es el siguiente:
- La empresa debe comunicar al trabajador su intención de despedirle por causas objetivas. Esta comunicación debe hacerse por escrito y debe incluir las causas del despido y la fecha en la que se hará efectivo.
- El trabajador tiene derecho a recibir una indemnización de 20 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades. Esta indemnización es obligatoria y no puede ser sustituida por otra medida, como la recolocación del trabajador en otro puesto de trabajo.
- El trabajador tiene derecho a un preaviso de 15 días. Esto significa que la empresa debe comunicar al trabajador su intención de despedirle con 15 días de antelación a la fecha en que se hará efectivo el despido.
- El trabajador tiene derecho a conocer las causas del despido y a recibir una carta de despido en la que se especifiquen estas causas.
- El trabajador tiene derecho a impugnar el despido ante los tribunales. Si considera que el despido no está justificado por causas objetivas o que el procedimiento no se ha seguido correctamente, puede presentar una demanda ante los tribunales en un plazo de 20 días hábiles desde la fecha en que se hizo efectivo el despido.
El despido objetivo tiene varias consecuencias tanto para el trabajador como para la empresa. A continuación, se detallan las más relevantes:
PARA EL TRABAJADOR:
- Pérdida del empleo: la consecuencia más evidente para el trabajador es la pérdida del empleo. El despido objetivo supone la finalización del contrato laboral de manera unilateral por parte de la empresa. Derecho a indemnización: como se ha mencionado anteriormente, el trabajador tiene derecho a recibir una indemnización en caso de despido objetivo. Esta indemnización es de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
- Acceso a prestaciones por desempleo: al haber perdido su empleo, el trabajador tiene derecho a solicitar prestaciones por desempleo al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) para cubrir sus necesidades económicas mientras busca un nuevo trabajo.
- Posibilidad de impugnar el despido: el trabajador tiene derecho a impugnar el despido objetivo si considera que no se han cumplido las formalidades legales o que las causas del despido no son objetivas, por lo que es recomendable que el trabajador se asesore con un abogado experto en derecho laboral tan pronto sea posible.
- Coste económico: el despido objetivo implica para la empresa el pago de la indemnización correspondiente al trabajador despedido, lo que supone un coste económico importante.
- Posibilidad de demanda: si la empresa no ha seguido el procedimiento establecido en la ley o no ha justificado correctamente las causas del despido objetivo, el trabajador puede presentar una demanda y reclamar su readmisión o una indemnización mayor.
- Pérdida de talento: en el caso de que el trabajador despedido sea un profesional altamente cualificado, la empresa puede perder talento y conocimientos que pueden ser valiosos para su actividad.
- Impacto en la imagen corporativa: un despido objetivo puede tener un impacto negativo en la imagen corporativa de la empresa, tanto a nivel interno como externo. Puede afectar a la moral de los trabajadores y generar una mala percepción por parte de los clientes y la sociedad en general.
En resumen, el despido objetivo tiene consecuencias significativas tanto para el trabajador como para la empresa, y es una medida que debe ser tomada con precaución y cumpliendo siempre con la normativa laboral vigente.
Diferencia entre despido y despido objetivo
El despido y el despido objetivo son dos formas de finalización de un contrato laboral en España, pero presentan algunas diferencias importantes:
- Causa del despido: En un despido, la empresa puede prescindir del trabajador sin necesidad de justificar una causa específica. Sin embargo, en un despido objetivo, la empresa está obligada a justificar las causas objetivas que motivan la finalización del contrato. Estas causas deben estar contempladas en la ley y ser verificables.
- Indemnización: En un despido, el trabajador tiene derecho a una indemnización por despido improcedente, que se establece en función de la antigüedad del trabajador en la empresa. En cambio, en el despido objetivo, el trabajador tiene derecho a una indemnización por la extinción del contrato, que es de 20 días por año trabajado con un máximo de 12 mensualidades.
- Procedimiento: Para llevar a cabo un despido, la empresa debe cumplir con los procedimientos establecidos en la ley, dependiendo de la causa del despido. En cambio, el despido objetivo tiene un procedimiento específico que debe seguirse para garantizar la legalidad de la medida.
- Readmisión: En caso de que un trabajador sea despedido de manera improcedente, puede solicitar su readmisión en la empresa o una indemnización mayor. En el caso del despido objetivo, el trabajador puede impugnar el despido si considera que no se han cumplido las formalidades legales o que las causas del despido no son objetivas.
Tal y como explican los abogados expertos en despidos de Forcam Abogados, la principal diferencia entre el despido y el despido objetivo es que en el segundo caso la empresa está obligada a justificar las causas objetivas que motivan la finalización del contrato, mientras que en el despido no es necesario. Además, las indemnizaciones y procedimientos para cada caso son diferentes.